La trufa de verano se recolecta durante los meses de mayo, junio, julio y agosto. Esta trufa es de color negro por fuera y color avellana por dentro, de sabor moderado pero muy agradable. Gracias a las formas de conservación tradicionales, podemos disfrutarla todo el año envasada en su propio jugo. Esto nos permite usarla fuera de la estación de distintas maneras, puede servirse sobre el plato rallada o puede incorporarse dentro de la propia elaboración.
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