El día a día de la tienda de Eduardo Lacanal son los encurtidos, el bacalao, especialmente en Semana Santa y Navidad y las legumbres a granel que tiene a la entrada del establecimiento, pero más adentro cuenta con 500 referencias de otros tantos productos en sus 30 metros cuadrados de local, buena parte de ellos riojanos. Lo mismo tiene miel de seis o siete personas distintas, todas ellas de la comunidad, que busca los aceites de Arnedo Galilea, lo que no quita que también tenga de Jaén. A la vez, espera que le llegue una cerveza recién salida al mercado y de nombre “La Demanda” o expone conservas, muchas también navarras y vinos de los que se pueden pagar porque su Casa de la Abacería no deja de ser una tienda de barrio, cuenta. Situada en la avenida de la Paz, al lado del Mercadona, algo diferente ha de aportar para mantener la persiana levantada. A clientes antiguos, de años, pero también a nuevos. Porque no hay un día que no entre alguien nuevo. Alguno pasaba por allí, a otro alguien le ha recomendado…. A Eduardo Lacanal lo llevó detrás del mostrador la crisis de la ‘burbuja inmobiliaria’ hace ahora nueve años porque, delineante él, trabajaba en aquella época en una oficina técnica que finalmente tuvo que rescindir los contratos de sus empleados. Fue entonces cuando decidió hacerse cargo del comercio que habían abierto sus padres, Javier y Angelines, en 1985 cuando Javier, viajante de productos de alimentación, pensó junto a su esposa en alquilar un local y acondicionar un comercio, una vez que cerró la firma para la que trabajaba. “Lo difícil lo hicieron ellos”, cuenta Eduardo, quien hasta entonces apenas sí había ayudado a recoger los sábados para que sus padres pudieran terminar antes. Cambió el suelo, puso armarios….solo hizo algún retoque.
El nombre del establecimiento también lo pusieron Javier y angeles. La RAE define abacería como -puesto o tienda donde se venden al por menor aceite, vinagre, legumbres secas, bacalao, etc- menciona Lacanal. Y eso, para él, es importante porque, si bien se le ha planteado la posibilidad de incluir otro tipo de productos, en su tienda, tales como chucherías, lo ha descartado. Perdería una esencia que quiere preservar. La versión web que también tiene el establecimiento y que le confeccionó una amiga incorpora un nombre nuevo, el de riojadelicias.com. La tienda virtual tiene ya varios años y no ha dejado de crecer, señala. La enriquece con recetas de cocina, artículo sobre productos que le interesan…La actividad de la web le obliga a gestionar el stock de otra manera porque los pedidos suelen ser mayores que los que los que un cliente se lleva al de la tienda. El último, de varias botellas de aceite virgen extra de oliva de maduración temprana sale hacia Sevilla, o
O, por ejemplo, desde hace tiempo envía cigarritos de galleta de Tolosa a Alemania. Estos llegan en cuatro días aunque, lo normal es que los envíos se hagan en 24 o 48 horas como mucho. Al final son muchas horas, refiere Lacanal, aunque eso ya se lo advirtieron sus padres de entrada.